dimarts, 21 d’octubre del 2008

Hijos del Monzón de David Jiménez



Hijos del Monzón, es uno de esos libros, que todos deberían leer y reflexionar después. Reflexionar sobre lo afortunados que somos por vivir donde y como vivimos. Reflexionar sobre que le está pasando a la sociedad “civilizada” cuando su máxima preocupación es qué comprar por Navidad a ese miembro de la família/empresa/clase (que dicho sea de paso, ni te vá ni te viene) al que te ha tocado en el odiado pero, parece ser, imprescindible Amigo Invisible. Reflexionar porque gente que vive en la miseria y el hambre, es capaz de mantener la sonrisa, de mantener la ilusión. Reflexionar que cuando vayamos de vacaciones a los países poco desarrollados vestidos de Coronel Tapioca hasta las cejas y vayamos dando propinas a los “pobres”, eso no nos hace mejores personas si al volver a tu ciudad, ignoras a los desamparados que viven en sus calles, si gritas a la dependienta del súper porque se le atasca el tetrabrik en la bolsa de plástico (viva el reciclaje) y te retrasa la vuelta a tu sofá para ver Gran Hermano, 1 décima de segundo. Reflexionar antes de decir que estás deprimido porque no te gusta tu trabajo (y encima no haces nada para cambiarlo), cuando hay miles de personas, la mayoría niños, que están horas y horas buscando entre la basura, entre la mierda, algo que sirva para cambiar por un trozo de pan.

No quiero sonar moralista ni mucho menos ... pero viviendo en Asia, todavía te das más cuenta de la hipocresía de mucha gente que viene aquí de vacaciones y tratan a los asiáticos con un despotismo que me hace hervir la sangre de rabia e indignación.

El libro cuenta la historia de varios niños en Asia.

La historia de Vothy, es la que más me ha llegado. De esas que te tocan la fibra. Viendo la foto, te llega, aún más, la energía de la niña del vestido rosa, la que regalaba por ese hospital lleno de moribundos. Su historia, te hace sentir alegría y rabia a la vez. Alegría por saber que pese a la miseria, desesperación, desilusión, fustración, hay gente que tiene fe, tiene voluntad por ayudar a otros ... El caso de la enfermera, que acompañaba a la niña al médico ... Rabia por ver, una vez más, día tras día, la impotencia con la que vive esta gente el olvido de la, llamada, sociedad civilizada.
Tenía la esperanza de que David la encontraría con vida a su vuelta. Pero no, desgraciadamente, no vivimos en los mundos de Yupi. Vivimos en este mundo, duro, cruel, injusto, inculto.

En fin, que el libro me ha encantado. Más que recomendable.

5 comentaris:

Anònim ha dit...

Entenc perfectament el que dius mir, pero pensa una cosa.... i no dono la rao a ningu.... Almenys els que tracten despoticament els asiatics son honestos amb ells mateixos, amb l educacio que han rebut o amb els principis de la societat on els hi pertoca viure... Coma minim no tenen aquesta hipocresia tan europea i decadent que envolta a la resta de civilitzats i que sempre es queixen i mai fan res per canviar les coses...
Perdoneu les faltes, a irlanda els teclats no tenen accents.

ex koala mir ha dit...

Quina educació? Quins principis? Que la raça blanca és la superior&millor i per això podem tractar amb despreci a la resta de races ???

Com va anar el concert de piano ??? Un petonet Victorino!

Anònim ha dit...

Bueno jo no estic d acord amb que passi aixo, simplement que exposo el que passa. Ningu es superior a ningu pero hi ha races mes desenvolupades que altres, degut a factors de la historia que no tractarem ara eh....
Be happy and make the others be....
El concert una passada, no se ni com tocava les tecles amb la de vi que havia begut jejeje.... Tenia com trenta persones al darrera observant... Molt b.

Petons miriri!!!!!!!!

ex koala mir ha dit...

Està clar que hi ha races que estàn més desenvolupades que altres, però no per això cal tractar-les amb despreci. És l' únic que deia ;)

El més important, les 30 persones que escoltaven havien ingerit la mateixa quantitat de vi que tu ???? :))))

El pròxim cop que ens veiem, jo tb vull concert de piano amb copa de vi!

Petonets de la Miri Miró cap al Victorino Ino Ino.

Anònim ha dit...

D acord miri iris, irae, irum... jejeje
Els que tenia darrera meu estaven pitjor que jo encara, per mi que no es varen enterar de res, devien sentir musica d algun lloc i no savien d on..

Jo et prometo el concert de piano, cap problema!!!!!
Et tocare una serenata a la llum de la lluna eh jejeje

Ptons